En 1985, Álvaro Villa contacta a Germán Samper con la idea de diseñar un conjunto habitacional de 62 unidades en un hermoso lote arborizado de Envigado (Medellín, Colombia). Desde finales de los años 50, el arquitecto colombiano -quien ya manifestaba un particular interés en proyectos experimentales de vivienda y urbanismo- acepta el encargo de su amigo y junto a Tomás Neu y Felipe Muñoz desarrolla esta agrupación de vivienda que ejemplifica claramente a pequeña escala sus principales ideas acerca del espacio adecuado para la vida en comunidad. Así también, representa la introducción del sistema de autoconstrucción progresiva como alternativa para el desarrollo de viviendas de bajo costo.
Vecino a la quebrada La Ayurá, en este terreno inclinado, con grandes árboles de mango y una abundante vegetación, se disponen las 62 viviendas de dos y tres pisos divididas en tres tipologías que responden a la localización de los volúmenes con respecto a las cotas de nivel. Las casas se suceden unas a otras en paramentos no alineados y variando en altura según las pendientes del terreno.
"Evocando el lenguaje primigenio y más elemental del hogar, las viviendas manejan cubiertas a dos aguas y un mismo formato cuadrado para sus ventanas, dispuestas unas sobre otras al centro de fachadas que enfatizan la verticalidad. La disposición secuencia de casas altas y bajas emula una comunidad de familias compuestas por madres y padres a los costados de sus hijos".
- Juan Pablo Aschner Rosselli. "Germán Samper, Bogotá, Diego Samper Ediciones 2011".
Acorde a la idea inicial del cliente, los primeros habitantes fueron en su mayoría amigos y conocidos suyos, de clase trabajadora, interesados por las ciencias, el arte y la música, compatibles en su manera de entender la colectividad. Esta idea se ha transmitido a lo largo del tiempo y los nuevos habitantes la han hecho propia, entendiendo la belleza del lugar.
En su momento, las viviendas no se construyeron completas porque el costo debía ser bajo y se optó entonces por construir solamente muros y cubiertas. Las casas terminadas en su exterior con ladrillo a la vista perfectamente modulado en fachadas y pavimentos, se entregaron en obra negra para que los dueños finalizaran los interiores adaptándolos a las necesidades y presupuestos de cada uno.
Samper es reconocido por su protagónica e influyente labor en temas de urbanismo y vivienda en Colombia en el siglo XX -sobretodo en los años en que la construcción de la vivienda popular era responsabilidad del sector público- y para esta ocasión propone un conjunto habitacional que combina hábilmente racionalidad y economía en planta con diversidad en contornos y elevación.
La planta típica es bastante sencilla, con dos crujías rectangulares adosadas que determinan la distribución y el funcionamiento interior de las viviendas: la primera crujía más ancha y sin muros, acoge los espacios sociales y privados de la casa, y la segunda más estrecha acoge los servicios y las circulaciones. Las casas tienen un área modesta, es por esto que los espacios comunes dentro de toda la agrupación residencial cobran especial importancia. "En casas pequeñas los niños deben jugar afuera de la vivienda, los espacios comunes para juegos se imponen", como señala el arquitecto.
Se delimita una zona de parqueo para separar las viviendas de los carros y en las tres tipologías se propone además una especie de patio o recinto, ubicado en el umbral de lo individual y lo colectivo de cada una de las casas. Esta serie de patios se conecta por una red de senderos peatonales con los grandes áreas comunes que estimulan la integración social y la solidaridad.
De esta manera, se constituye ese espacio público de escala íntima entre las viviendas, muy cercanas una de la otra, creando una especie de propiedad intermedia, o como lo diría Samper, "un espacio comunal" valorado y respetado por los habitantes que encuentran un adecuado equilibrio entre lo abierto y lo construido. Acompañado del entorno natural y la abundante vegetación que ha crecido alrededor de estas casas gracias al clima tropical esto conforma un escenario ideal para el desarrollo de la actividad humana.
Referencias:
Libro: Germán Samper / Varios Autores. © Diego Samper Ediciones 2011.
Página oficial: German Samper Arquitecto. Vivienda / Las Brujas.
- Área: 7 m²
- Año: 1985
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Fotografías:Teodoro Posada